EN LA OBRA SIN RUMBO DE CAMBACERES
Cuando aparece Sin rumbo en 1885, obra “naturalista” de Eugenio Cambaceres, no fue al comienzo bien recibida, especialmente por la iglesia católica. En esta novela, el naturalismo francés de Emilio Zola se veía modificado y reivindicado, no es tan pesimista ni negativo. Este 'nuevo' naturalismo argentino se veía como una copia exacta y honesta de la realidad, que trata de hacer algunas denuncias sociales, despertar la consciencia criolla, educar un sector social y quizás reformar la sociedad. Por tales razones, Sin rumbo se considera la mejor obra de Cambaceres, la que ha recibido más comentarios y estudios.
Sin rumbo sostiene una evolución misma del realismo originario, una extensión, que se propone a reproducir hechos observables, elegidos sin ningún prejuicio moral o estético. El naturalismo de Sin rumbo, nos da una concepción nihilista, una crisis del hombre moderno, un 'estudio' (parte del subtítulo de la novela) metódico para estudiar y transcribir su comportamiento, usando ideas darwinianas, posturas filosóficas y científicas de la época. El hombre en las novelas de Cambaceres, no pasa de ser más que un organismo fisiológico cuyo destino está determinado por su herencia biológica y por sus circunstancias sociales, las cuales limitan las opciones para cambiar su destino. El individuo no puede ser libre aunque crea serlo. Estos seres o tipos nihilistas, obedecen, sin saberlo, a sus impulsos hereditarios, agravados o matizados por su condición social.
Matilde Franciulli declara que para entender los varios niveles de Sin rumbo, hay que tener en cuenta la relación "histórica-literaria...con la corriente naturalista, la cual debe ser considerada como un código que obviamente actúa sobre la organización de la novela." Añade también:
Al analizar el relato en sus tres niveles, se ve el deseo del autor de ejemplificar y probar la hipótesis básica de su estudio experimental: el hastió existencial de Andrés, el protagonista, se justifica plenamente, ya que cualquier intento de encontrarle sentido a la vida humana lleva a la autodestrucción (191).
For otro lado, Gioconda Marun, en Relectura de Sin rumbo: floración de la novela moderna, afirma:
El reducir Sin rumbo, al naturalismo ha mutilado su valor y transcendencia en el desarrollo de la novela argentina… un anuncio de una nueva conciencia y, por ende, de una nueva literatura. Esta nueva consciencia o sensibilidad es el espíritu moderno, cuyos valores nihilistas y apocalípticos entran en conflicto con la modernidad que le dio origen: desajuste entre el tiempo subjetivo del desarrollo del ser y el objetivo mensurable del capitalismo incipiente (379).
Marun no niega que sea una novela naturalista, simplemente que al juzgarla con tales códigos queda limitada de su total entendimiento a diversos niveles. He optado por seguir un naturalismo-realista que nos permita establecer una relación entre narrador y el mundo narrado al estilo indirecto libre bien informado (heterodiegético) donde es casi imposible separar la voz del narrador con la de los personajes donde trata de establecer una relación específica con la realidad. Este 'nuevo' naturalismo-realista de Cambaceres inyecta contenidos que derivan de la realidad histórico-social que le tocó vivir y los narra de manera caricaturesca, didáctica con el propósito de educar el complejo de consciencia de las distintas clases argentinas sobre todo la criolla aristocrática.
La novela narra la vida de Andrés, un rico estanciero argentino a fines del siglo XIX, de familia noble aristocrática. El relato empieza con una esquila en la estancia de Andrés durante la primavera, actividad típica del campo. La descripción del acontecimiento pone en evidencia una rigurosa jerarquía entre seres vivientes, de un plano