Dialectos: Medellín y Sevilla

Por Marc L. Nash

1. Los participantes

El propósito de este trabajo es comparar los dialectos de Medellín (Colombia), y de Sevilla (España). Adriana Milani es hablante del dialecto de Medellín. Hizo su maestría en literatura latinoamericana en la Universidad de Wayne. Adriana y su familia se mudaron a Nueva York, a una zona hispanohablante cuando ella tenía 15 años. La mitad de su vida, incluyendo sus estudios superiores y vida adulta, la ha pasado en los EE.UU. Sorprendentemente, Adriana no ha perdido su acento colombiano.

Rafael Becerra es hablante del dialecto sevillano. Nació y se crió en la ciudad de Sevilla y a los 24 años se trasladó a los EE.UU., donde reside hace 15 años. Desde su llegada, Rafael ha visitado Sevilla por lo menos una vez al año, por lo tanto ha mantenido su dialecto sevillano intacto. Rafael viene de una familia acaudalada y educada.

Ambos accedieron a grabar sus voces de 5 a 7 minutos lo más natural posible, manteniendo el habla corriente de sus dialectos. Para mantener mayor fluidez y propiciar el flujo de la conversación, les sugerí en inglés algunos temas:

 

Share a little bit about yourself and your family and any other important people in your life. When and where you were born, and what brought you to the United States. Share about your culture, talk about what you miss the most (food, traditions, music, its people, etc.). How often have you been back to your home country and talk about your family left behind, and your future plans, etc.

2. El dialecto de Medellín

Medellín es la capital del departamento de Antioquia. Sus habitantes – mayoritariamente de origen vasco - son sumamente orgullosos y regionalistas. Medellín está aislada en un valle entre dos grandes cordilleras al oeste de la capital del país, Bogotá. Cultural y económicamente, estas dos ciudades son las más importantes del país. Los paisas (los habitantes de Medellín), siempre han estado compitiendo con la metrópolis de Bogotá.

Medellín no es una zona caribeña ni costeña, por lo tanto su dialecto se caracteriza con el habla de las tierras altas:

  • La zona alteña se caracteriza por un consonantismo fuerte en el que consonantes en posición final de la sílaba o de palabra no se pierden ni se alteran. No se aspira ni se pierde la “s” al final de sílaba o palabra; no se pronuncia la /n/ alveolar en posición final como la egma [ŋ] velarizada; No se lateraliza la vibrante simple /r/ en posición final o en ninguna otra posición, la “r” siempre mantiene su pronunciación condicionada.
  • Los hablantes de las zonas altas, favorecen los rasgos peninsulares más que los andaluces o zonas bajas (con referencia al nivel del mar).
  • Esta habla tiene una versión del español menos marcada o más “culta” al oído, y su pronunciación es la que normalmente se enseña en las escuelas o en las universidades de los Estados Unidos.
  • El dialecto peninsular al igual que el español de las tierras altas se caracteriza por la exquisita limpidez de su timbre vocálico aunque las tierras altas en Hispanoamérica, mantienen, por lo general, vocales más abiertas.
  • La pronunciación de las zonas altas de América difiere del castellano en el seseo versus la distinción, donde la /θ/ (z, c-(e,i)) y la sibilante sorda /s/ son dos fonemas distintos; en la articulación de la /x/ suave con aspiración y sin tanta fricción versus la “j” castellana áspera y fuertemente fricativa; y en el punto de articulación de la “s” predorsal versus la alveo-apical de la zona centro-norte de España.

Otros rasgos dialectales muy propios de los paisas es el voseo, vocales menos abiertas o arrastradas dando la impresión de que son nasales y por tener una entonación muy particular para su región.

3. El dialecto de Sevilla

La ciudad de Sevilla está dentro del dialecto andaluz y sus rasgos articulatorios se asemejan más a las zonas bajas o al habla de los caribeños/costeños de Hispanoamérica. En efecto, al inicio de la conquista de América, estas tierras fueron pobladas mayoritariamente por andaluces.

  • La “s” predorsal, donde el ápice lingual se apoya en los dientes inferiores y la fricción suena blanda y suave; casi no hay contacto entre los órganos articulatorios, y la lengua da la impresión de estar inmóvil; en general, se articula una “s” blanda, semisibilante, con fricción casi sorda. La “s” aspirada /h/ es una aspiración simple, quizás más semejante a las oclusivas iniciales inglesas como (phat, thoy, chat). La aparición o elisión de /s/ final de sílaba opera en el nivel del morfema y no en el nivel frástico.
  • La “s” tiene muchas pronunciaciones en alternancia libre: la “s” en final de morfema o ante una pausa es completamente neutralizada (maø) o aspirada (mah).
  • La “s” en final de vocablos interiores de frase alternan la conservación, la aspiración y la elisión: veamos algunos detalles sobre la pronunciación de “–s+consonante” en los grupos –sk-, -sp-, -st-, donde la sibilante sorda /s/ se aspira en el habla popular (ehcuela, ehpañol, ehte); grupo –sb-, la pronunciación sibilante alterna hasta en un mismo individuo entre la aspiración y la pérdida ( rehbaló, rebaló); grupo –sf- puede haber aspiración y asimilación de “s” ( dihfrá, diffrá); grupo –sl- suena la “s” como aspiración más o menos sonorizada. Ocasionalmente, se articula como sonido medio entre “l” y “r” (ihla, irla); grupos –sm-, -sn-, -sñ-, la “s” se asimila a la nasal de diversas maneras: como aspiración sorda, como aspiración semisorda, como aspiración nasalizada sorda o sonora, entre sibilante y aspirada; ante “n” puede sonar como “r” simple (limorna).
  • En este dialecto, el debilitamiento de las implosivas se manifiesta en todos los hablantes de la zonas bajas: así la “l” implosiva preconsonántica se neutraliza con “r” en (dehcarso, corchón). Recíprocamente “l” por “r” (Calmen, balba); en posición final absoluta la pérdida de la “-l” se cumple en algunos casos (clavé, só, azú, caracó); paralelamente la “-r” final desaparece en la mayor parte de los infinitivos (hablá, comé, viví). Muchos hablantes ya sean instruidos o no, tienen realizaciones pocos sistemáticas: el sevillano muestra con toda claridad el proceso de de los rasgos distintivos de “l” y “r”. El primer paso de este proceso sería la aparición de un archifonema r/l. La realizaciones fonéticas podrán ser: “r”(yerba como corchón) y “l” (tanto multa como balba); en algunos sustantivos también existe la desaparición de r/l final de palabra (má(r), fló(r), señó(r), manté(l), papé(l).
  • En los encuentros de “r” con “l” o con “s” (infinitivo + pronombre), muchos hablantes asimilan por completo la “-r” final a la consonante siguiente o la aspiran por completo (bautizal-lo, vehtih-lo) o a veces aspirada.
  • La “v” labiodental fricativa aparece, pero sin regularidad alguna ( árvo, aveja).
  • Puede realizarse la “f-“ inicial como “h” aspirada. Asimismo, la “z” y la “s” pueden ser aspiradas, sin asemejarse a la “j” castellana.
  • Las fricativas intervocálicas “b”, “g” en pérdida total no son tan abundantes como la “d” fricativa (coo, caa, educao, quea,). Dos vocales iguales se funden ( có, cá, graná), aunque determinadas condiciones de la evolución cuidada hacen que las personas instruidas rebajen el índice de frecuencia de la pérdida.
  • La africada palatal /č/ tiene una variante fricativa palatalizada /š/ (šico, mušašo), aunque frecuentemente se escucha la africada.

4. El Corpus

Para hacer el análisis de la grabación y comparar estos dos dialectos es necesario transcribir ortográficamente una buena parte del texto, aproximadamente 200 palabras de cada hablante en dos columnas, y después una parte de aproximadamente 40 palabras de la transcripción fonética de cada dialecto:

Medellín

Buenas tardes, mi nombre es Adriana, tengo 30 años, no me da pena decirlo. Nací el 24 de diciembre del 66, así que, ya en esto, cumplo 31. Bueno, nací en Medellín, Antioquia, en Colombia como ya lo dije anteriormente. Hace aproximadamente 15 años llegamos aquí a los Estados Unidos. Colombia, por supuesto, es mi país natal y lo extraño por lo mismo, extraño los buñuelos, las empanadas, toda la comida aquí, se encuentra a pesar de que sí se encuentra (sic) muchas cosas exportadas, no es lo mismo, no es el mismo sabor. Toda mi familia está allí. Cuando digo mi familia, me refiero a tíos y primos y tías, y primos segundos y terceros, a mi papá, mi mamá y mis hermanos y hermanas están aquí en los Estados Unidos, pero de todas maneras, es como, como Colombiana y como Latina extraña uno siempre a sus tíos y a su familia. Hoy es un día un poquito triste para nosotros ya que esta mañana me avisaron que se murió un tío, uno muy allegado a nosotros, así que no estoy, mejor dicho en mis mejores días, pero, era una persona muy especial, así que lo voy a extrañar bastante. En este momento creo que toda mi familia está allí reunida y uno ansiando de estar allí y no se puede por equis (x) o ye(ў) motivo, pero de lo contrario, yo no los quiero entristecer con mis historias o con mis malas noticias. Colombia en un país muy precioso, muy bonito, lleno de muchas riquezas, no tanto en lo material sino en sus gentes. Desafortunadamente, hay en este momento mucha violencia y, y esta violencia está acabando con nuestros campesinos. Pero bueno, hoy estoy como que muy sentimental, así que cambiemos de tema.

Sevilla

Mi nombre es Rafael, yo nací en el año 1963, tengo 34 años. Nací en Sevilla, en el sur de España, en el suroeste, está como a una hora y media de Portugal. Cuando yo nací, yo, mis padres vivían en una casa. Yo me acuerdo muy bien porque… nos mudamos de allí cuando yo tenía 4 años, pero me acuerdo muy bien de algunas cosas. Cuando vivíamos allí, como, los niños del barrio nos íbamos a la esquina de la casa a ver el cine, al otro lado de la carretera que había un cine de verano y se veía la pantalla, y todos los niños nos poníamos allí por la noche para ver la película. Cuando yo tenía 4 años nos mudamos a un apartamento a una zona nueva de la ciudad, se llamaba Los Remedios, entre Los Remedios y Triana, aunque es parte de Triana ahora. Allí viví hasta que tuve 24 años. Al mismo tiempo que mi padre compró ese apartamento en Triana, compró también un apartamento en la playa, en una zona que se llama El Coto de Doñana, y allí nos íbamos todos los fines de semana y también los veranos. Después, a los pocos años, se cansó de, mi padre se cansó del apartamento y compró una casa de campo, como a unos 20 minutos de Sevilla, en un pueblo que se llama Alcalá de Guadaira. La casa estaba en una barriada del pueblo y nosotros nos juntábamos mi hermano, mi hermana y yo nos juntábamos con gente de una urbanización que estaba como a unos cinco minutos de allí. Y allí es donde nosotros teníamos nuestra banda. Había un porrón de gente allí. Ya mi padre también vendió esa casa de campo.

[ßuénas tárðes, mi nómbre es aðriána. téŋgo tréinta áños, no me ða péna desírlo. nasí el ßéintikuátro ðe ðisiémbre ðel seséntái-séis, así ke, ўa en ésto, kúmplo tréintai-úno. ßuéno, nasí en meðeўín, antiókia, eŋ kolómbia kómo ўa lo ðíxe anteriorménte. Asé aproksimáðaménte kínse áños ўevámos akí a los estáðos uníðos. kolómbia, por supuésto, es mi país natál i lo estráño por lo mízmo, estráño loz ßuñuélos, las empanáðas, tóða la komíða akí, se eŋkuéntra a pésar ðe ke si se eŋkuéntra múchas kósas esportáðas, nu es lo mízmo, nu es el mízmo saßór. tóða mi família está aўí. kuándo ðívo mi família, me refiéro a tíos i prímos i tías, i prímos sevúnðos i terséros, a mi papá, mi mamá, i mis ermános i ermánas están akí en los estáðos uníðos, péro ðe táðas manéras…]

[mi nómbre eh rafaél, ўo nasí eŋ el áño mil noßesiéntoh sesénta i tre, téŋgo tréitai- kuátro áñoh. nasí en seßíўa, eŋ el sur ðe ehpáña, eŋ el suroéhte, ehtá cómu a úna óra i méðia ðe pottuvál. kuánðo ўo, nasí, ўo, mih páðreh ßißíaŋ en una kása. ўo me akuérðo múi ßiéŋ pórke… noh muðámoh ðe aўí kuánðo ўo túße, kuánðo yo tenía kuátro áño, péro me akuérðo múi ßiéŋ ðe alvúnah kósa. kuánðo ßißíamoh aўí, kómo, loh níño ðel ßário noh íßamoh a la ehkína ðe la kása a ßer el síne, al ótro láo ðe la karetéra ke aßía uŋ síne ðe ßeráno i se ßeía la pantáya, i tóðo loh níño noh poníamo aўí pol la nóše pára ßel la pelíkula. kuándo ўo tenía kuátro áño noh muðámoh a uŋ apartaménto a úna sóna nuéßa ðe la siuðá, ke se yama loh reméðio, éntre loh remédio i triána, auŋké eŋ párte ðe triána aóra.]

 

5. Análisis

Características comunes a los dos dialectos:

  • El seseo es una peculiaridad donde Andalucía y América se han encontrado y se apartan de la norma castellana más que en cualquier otro rasgo porque fue Sevilla que vino al Nuevo Mundo.
  • La fricativa sorda /f/ es labiodental suave y poco tensa.
  • La “j” y la “g- (e, i)” ortográficamente actualmente en la pronunciación general del mismo sonido blando y suave de la “h” aspirada (caja, gente). En estos dos dialectos se aspira suavemente la “h” inicial y a veces la medial ((h)joya, (h)juir, (h)jale).
  • La ausencia de distinción entre “ll” y la “y”, fenómeno llamado yeísmo, estas dos letras tienen una articulación africada /ў/.
  • Ninguno de los dos dialectos emplea el pronombre sujeto “vosotros”.
  • No existe la distinción /θ/ castellana ni el ceceo que se escucha a menudo en las zonas andaluzas fuera de la ciudad de Sevilla.
  • El sonido fricativo velar /x/, cuya fricción es relativamente débil al contraste del velar o postvelar castellana, cuya fricción es áspera y fuertemente fricativa.

Los rasgos dialectales observados en el habla del dialecto Paisa (Medellín) son todos esos asociados con las tierras altas ya mencionados anteriormente. Una tendencia de Adriana es prolongar/sostener la vocal final de palabra, algo muy propio de la entonación Paisa. Una característica común a las tierras altas colombianas es pronunciar una /r/ múltiple a final de sílaba o palabra (por, pesar, tardes). Adriana muestra rasgos característicos del dialecto de las tierras altas. Porque tiene un nivel de educación alto, habla un español menos marcado o estándar. Rafael con su dialecto sevillano muestra muchos de los rasgos dialectales típicos de las tierras bajas:

  • La “s” tiene muchas pronunciaciones en alternancia libre: la “s” final de palabra o ante pausa es frecuente la pérdida completa o la aspiración (tre, novesientoh, algunah cosa, noh mudamo, etc.).
  • La “s” en final de vocablos interiores de frase alternan la conservación, la aspiración y la elisión: veamos algunos detalles sobre la pronunciación de “–s+consonante” en los grupos –sk-, -sp-, -st-, donde la sibilante sorda /s/ se aspira en el habla popular (ehcuela, ehpañol, ehtaba, ehte, ehquina); en grupo –sb-, la pronunciación sibilante alterna entre la aspiración y la pérdida (año, añoh, padre, padreh, cosa, cosah); grupo –sf- puede haber aspiración y asimilación de “s” ( dihfrá, diffrá). Ocasionalmente, la “s” se articula como sonido medio entre “l” y “r” (ihla, irla, porlqué, verl).
  • En algunos sustantivos también existe la desaparición de r/l final de palabra (má(r), fló(r), señó(r), manté(l), papé(l), Rafaé(l)).
  • En los encuentros de “r” con “l” o con “s” (infinitivo + pronombre), muchos hablantes asimilan por completo la “-r” final a la consonante siguiente o la aspiran por completo (pol la, vel la).
  • Las fricativas intervocálicas “b”, “g” en pérdida total no son tan abundantes como la “d” fricativa (lao, muamo).
  • La africada palatal /č/ tiene una variante fricativa palatalizada /š/ (šico, mušašo), aunque frecuentemente se escucha la africada.

 

6. Conclusiones

Después de examinar las dos grabaciones, mis dos participantes han mantenido las características de sus dialectos a pesar de que han estado fuera de sus ciudades bastante tiempo. En Adriana, me doy cuenta de que ha neutralizado sus vocales cerradas/arrastradas y las ha abierto, quizás porque ha hecho sus estudios avanzados en este país y es maestra a la vez. Lo que de veras es muy notable es su entonación, la cual no ha cambiado. Rafael no tiene muchos de los

rasgos de Andalucía: la lateralización de “r” por “l” o viceversa. Lo que él hace es aspirarlas de una manera que para el oído no se pueden distinguir cuál de las dos está diciendo. Obviamente no tiene muchas de las características de pueblo ya que es persona de ciudad e instruida. Aún con todo esto, Rafael muestra muchas realizaciones poco sistemáticas: a veces la “ll” y la “y” suenan distintas [no está en el corpus: no lo puedes mencionar] . Incluso la africada palatal /ў/ suena fricativa /y/, y la nasal final no siempre desaparece, pero siempre es velar. De manera consciente o subconsciente, la retención, aspiración o elisión de la sibilante /s/ final de palabra o sílaba cambia según el texto, el cual dicta un tipo de estilo que puede variar de formal a muy informal. El nivel socioeconómico no afecta su manera natural de hablar, ya que Rafael está muy orgulloso de su dialecto andaluz.